¿Quién no ha soñado alguna vez con tener una de esas cocinas bien iluminadas, pensadas hasta el más mínimo detalle… y con una preciosa isla presidiendo la sala?

Tener una isla en la cocina conlleva múltiples mejoras y ventajas, pero antes de lanzarte a la piscina, deberás plantearte algunas cuestiones.

  • ¿Tengo el espacio necesario?
  • ¿Para qué voy a emplear la isla?
  • ¿Qué necesidades me va a ayudar a cubrir?
  • ¿Me dejo asesorar por profesionales o investigo por mi cuenta?
  • ¿He tenido en cuenta la iluminación, la zona de la campana, mis hábitos de trabajo en la cocina…?

Las respuestas a estas preguntas son clave y determinarán el que aciertes o no en el proceso de integrar una preciosa isla en tu cocina.

Porque sí, quedan preciosas, pero su función no puede limitarse a lo estético. También es importante que contemos con el espacio necesario para instalarla: entre 90 y 110 centímetros de distancia entre la isla y la encimera que vaya adosada a la pared. Además de que las zonas de paso deben ser también lo suficientemente amplias.

El proceso que sigas a la hora de cocinar influirá en la distribución de los diferentes elementos y electrodomésticos. ¿Te imaginas tener que bordear la isla al completo cada vez que cocines? No, ¿verdad? También esos son factores a tener en cuenta. Como lo es la altura a la que coloquemos nuestra isla: no es lo mismo instalarla para cocinar en ella que si deseamos utilizarla como barra acompañada por unos taburetes.

Por todas estas razones, es importante dejarse asesorar por un profesional. Nadie mejor que ellos para guiarte y ayudarte a complementar la cocina de tus sueños con la seguridad de que acertarás seguro.

¿Ya tienes claro que una isla es lo que les hace falta a tu cocina y a tu vida? 

Las ventajas de una cocina con isla

Una vez tengamos claro que tener una cocina con isla nos conviene y contamos con el consejo y asesoramiento de profesionales, podemos adentrarnos sin temor en el espectacular mundo de las islas de cocina. ¿Cuáles son sus principales ventajas?

Estética

No podemos obviar la carga estética que aporta una cocina con isla. Da personalidad, presencia y, en muchas ocasiones, es la que dirige el resto de la distribución.

Podemos adaptarla a nuestro estilo de mil maneras diferentes: materiales, colores, formas, detalles… Permiten combinaciones increíbles que dotarán a tu cocina de un carácter especial.

Debes prestar atención a que, además de estar bien diseñadas, se adapten a ti, a tu estilo y al resto de tu hogar. El resultado de una cocina con isla no debe ser únicamente bonito: también funcional.

Comodidad

Si te has dejado asesorar, el diseño estará adecuado a tus necesidades, lo que se traduce en una mayor comodidad en tu cocina.

Dispondrás de un espacio extra a la hora de trabajar, apoyar diferentes utensilios… Una cocina con isla bien pensada facilita muchísimo la distribución de las tareas.

Ampliación de la superficie útil y de la capacidad de almacenaje

Una isla no deja de ser un elemento más donde colocar y disponer nuestras herramientas y nuestros electrodomésticos de cocina. Cajones y armarios extra de diferentes tamaños que nos ayudarán a organizarnos mejor y nos facilitarán el día a día.

Además de ser un excelente lugar de almacenaje, también es un elemento muy versátil: barra para el aperitivo, zona para desayunos rápidos o para el tentempié con tus invitados mientras tú das los últimos toques a vuestra cena… Lo que nos lleva al último punto de sus ventajas.

Mejor comunicación

Al tener una cocina con isla, favorecemos el tiempo en familia y, cuando se dé la situación, con nuestros invitados.

Transforman la cocina en un espacio abierto; ya no tendrás que darles la espalda a tus invitados mientras finiquitas lo que estás preparando. Gracias a la isla, podrán acompañarte tomando una copa de vino, o simplemente dándote conversación, sentados en la barra improvisada que has montado.

Ahora ya sabes todo lo que necesitas para decirte a incorporar una isla en tu cocina. Ponte en contacto con nosotros para que te asesoremos.